domingo, 27 de septiembre de 2015


Quienes me conocen o me siguen en las redes sociales estarán familiarizados con mi costumbre de publicar fotos adoptando la postura de la imagen que encabeza esta entrada en casi todos los viajes que hago. Para quien no conozca el cuadro, se trata de "Miranda en la Carraca" del pintor Arturo Michelena y representa los últimos días del Generalísimo Francisco de Miranda, célebre prócer latinoamericano, en su presidio en el arsenal de la Carraca, Cádiz. Para difundir los motivos por los que rindo este tributo, he pensado dedicar unas líneas en este blog a perfilar muy por encima quién fue este hombre, pues su historia, gestas y aventuras dan para llenar cientos de páginas.

Miranda en Florencia
Miranda en Florencia

Francisco de Miranda quizás fue uno de los personajes más interesantes de su época, y resulta muy difícil encontrar una única cualidad que lo describa, pues fue un hombre muy polifacético: excelso militar, estratega, escritor, político, humanista, ilustrado, melómano, presunto fundador de la masonería en Latinoamérica y, según las malas lenguas de la época, un pichabrava que consiguió conquistar a la mismísima Catalina la grande de Rusia.

Miranda en Bangkok
Miranda en Bangkok

En 1771, cuando tenía 21 años, se embarcó en su natal Venezuela (entonces colonia española) rumbo a Madrid con escala de varios meses en Cádiz para recibir formación militar; desde ese momento y prácticamente hasta el final su vida fue una sucesión de viajes y aventuras que lo llevaron a participar activamente en la guerra de independencia de los Estados Unidos, en la revolución francesa (su nombre puede ser visto en el arco de triunfo de París), a codearse con las altas esferas diplomáticas europeas causando admiración en unos y miedo por sus ideales de independencia de los pueblos americanos en otros.

Miranda en París
Miranda en París

Sus periplos por el mundo eran impulsados por sus ganas de conocer otras culturas y ampliar su preciada biblioteca personal mientras maquinaba sus sueño de independizar a las colonias en América. Sus viajes lo llevaron a visitar lugares tan remotos e impensables para alguien de su tiempo como Rusia o Constantinopla y la vieja Europa casi en su totalidad, además de recorrer el norte de África cuando participó en la guerra en Argel y el sitio de Melilla.

Miranda en Estambul
Miranda en Estambul

Tras su regreso participó como precursor de la guerra de independencia de Venezuela y como uno de los impulsores del proceso de guerras de independencia de Hispanoamérica, lo que lo convirtió en uno de los hombres más buscados por el imperio español.

Miranda en Londres
Miranda en la casa donde vivió en Londres

Quizás Francisco de Miranda fue un hombre adelantado a su tiempo, y su avidez por el conocimiento,  la cultura y el humanismo lo llevaron a buscar una salida diplomática a las guerras de independencia. Lamentablemente para él, la mecha de la guerra ya ardía y era muy difícil de apagar. En sus propias filas, el joven Simón Bolívar estaba dispuesto a ganar la guerra a muerte que él mismo declaró, y entendió como una traición las capitulaciones que Miranda había ideado como parte de un acuerdo diplomático, así que decidió entregar al generalísimo a las autoridades españolas que tanto tiempo llevaban intentando darle caza.

Miranda en Jerusalén
Miranda en Jerusalén

Desterrado y despojado de su extensa colección de libros que viajaba con él, Sebastián Francisco de Miranda Rodríguez, Generalísimo y Almirante de Venezuela, Coronel de España, Estados Unidos y Rusia y Mariscal de Francia pasó sus últimos días prisionero en la cárcel del arsenal de la Carraca en Cádiz, hasta que finalmente muere producto de una enfermedad sin haber visto de primera mano su sueño hecho realidad: la independencia de los pueblos americanos.

Miranda en Miyajima
Miranda en Miyajima

Así pues, en honor a su faceta de viajero y amante de las aventuras, decidí rendir este humilde tributo al Gran americano universal de su tiempo.

Miranda en la Carraca
Miranda en la entrada al arsenal de la Carraca, Cádiz

¡Un saludo!

Disclaimer: Todas las fotos de esta entrada, salvo la del encabezado son propiedad del autor. La reproducción o publicación total o parcial de las mismas sin autorización no está permitida.

Mi tributo a un gran viajero: Los "Mirandas en la Carraca"