sábado, 20 de junio de 2015

Diario de Japón (X): Vuelta a Tokio con vistas del Monte Fuji y tarde en Yokohama



Nuestro décimo día en Japón comenzó bastante pronto por la mañana en Osaka, pues previamente habíamos reservado asiento en un shinkansen tempranero que sale de la estación Shin-Osaka hacia Tokio para poder aprovechar la tarde con un paseo por la ciudad de Yokohama.

Tras varios días de excursión por la zona de Kansai (Kioto, Nara, Osaka) y Chūgoku (Hiroshima) nos quedó otra estampa de Japón en la memoria: el Japón histórico, tradicional, Zen y natural; sin embargo, nos quedaba la espinita clavada de no tener en nuestro itinerario una visita a uno de los monumentos naturales más famosos de Japón: el Monte Fuji.

El paseo en shinkansen desde Osaka a Tokio no es muy escénico en cuanto a vistas y la mayor parte del viaje transcurre siempre entre poblados (industrializados o agrícolas), lo que da una idea de la densidad de población de la isla. Sin embargo, hay un tramo donde este panorama cambia por un instante y los pueblos se abren al campo y tras una sucesión de túneles, si con suerte el clima acompaña, al lado izquierdo del tren es posible observar uno de los volcanes más famosos del mundo (con permiso del Vesubio).

Monte Fuji
Fujisan (Monte Fuji)

Afortunadamente para nosotros, el día estaba bastante despejado, así que pudimos divisar a la distancia el monte cónica, y aunque aún no lucía tan nevado como la imagen que tantas veces hemos visto reproducida, sin duda era perfectamente reconocible. El Fujisan es uno de los símbolos más distintivos de Japón y es el pico más alto de la isla de Honshu.


Kaiten Sushi
Kaiten Sushi

Después de varias horas de trayecto y con unas cuantas instantáneas del monte Fuji en la cámara, llegamos a Tokio y nos dirigimos de nuevo a la zona de Shibuya para volver a alojarnos en el estudio de nuestro anfitrión airbnb Takumi. Tras una parada para almozar en un kaiten sushi (para variar), nos dispusimos a pasar la tarde paseando por la ciudad de Yokohama, al sur de Tokio.

Yokohama es la primera ciudad de Japón en cuanto a número de habitantes, pues la población de la ciudad de Tokio se suele contar por distritos. Originalmente fue un puerto pesquero, pero en la actualidad se trata de una extensa ciudad moderna con un puerto de carga de grandes dimensiones.

Skyline Minato Mirai 21
Skyline de Minato Mirai 21, Yokohama

Uno de los barrios más modernos de Yokohama es el Minato Mirai 21, un área de negocios, entretenimiento y compras bastante curioso con un Skyline llamativo que incluye el edificio más alto de Japón: el Yokohama Landmark Tower y una noria-reloj en el parque de atracciones Cosmo World.

Montaña rusa Vanish
Montaña rusa Vanish

El parque de atracciones es de entrada libre, pero para subirse a alguna atracción hay que pagar un ticket. Como buen amante de las montañas rusas que soy, no podía desaprovechar la oportunidad para montarme en la famosa Vanish que está en el parque. Tras la experiencia puedo decir que como montaña rusa no tiene mucha emoción más allá de la curiosidad de desaparecer a la vista de los espectadores y es un poco cara (¡700 yenes!).

Minato Mirai 21
Otra vista del Minato Mirai 21

A partir de este punto y no sabemos muy bien por qué, nuestro paseo por Yokohama se transformó en un paseo temático alrededor del ramen pues acabamos visitando dos museos relacionados con este plato de origen chino que hace las delicias de los japoneses.

Cup Noodles personalizados
Varias fases de la preparación de nuestros Cup Noodles personalizados (dibujar no es lo mío)

En primer lugar visitamos el museo de ramen instantáneo que se encuentra a un par de calles del Cosmo World. Para ser sinceros, este museo es una ingeniosa treta de marketing de la marca Cup Noodle, donde el principal atractivo es que te permiten diseñar y decorar tu propio cup noodle (vaso e ingredientes). Antes del taller de preparación de ramen instantáneo, el museo ofrece varias salas dedicadas a la memoria del inventor de esta manera de preservar y servir el ramen: el empresario taiwanés Momofuku Ando.

Museo del Ramen, Yokohama

Una vez finalizado nuestro recorrido por el museo-tienda dedicado al Cup Noodle y llevándonos nuestros fideos instantáneos personalizados que unas semanas más tarde comeríamos ya de vuelta en casa, iba tocando cenar, así que nos fuimos hacia el Museo del Ramen (no instantáneo esta vez). Este museo tampoco es tal cosa, más bien se trata de una agrupación de restaurantes famosos de ramen situados en un semisótano ambientado en el Tokio de los 50s. Hay que pagar entrada 310 yenes para poder acceder a los restaurantes y además hay que pagar lo que consumas en ellos (platos a partir de 600 yenes), pero la verdad es que el ramen estaba muy muy bueno y la ambientación era original.

Saciados de sopa de fideos y tras una parada en la tienda Daiso (una de las favoritas de Anny), tomamos tren de vuelta a Tokio para descansar un poco antes de nuestra excursión del día siguiente.

Sayonara!



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