jueves, 13 de noviembre de 2014

Aprovechando un día en Dubai



Hace unos 40 años Dubai difícilmente podía catalogarse como una ciudad, se trataba más bien de un humilde pueblo pesquero que recién había descubierto petróleo en sus costas al igual que su vecino Abu Dhabi. Desde que comenzaron a explotar el oro negro y el jeque a cargo firmó el tratado de la unión con sus homólogos de alrededor para formar los Emiratos Árabes Unidos nada ha vuelto a ser lo mismo en esta región del golfo pérsico.

Dubai emerge como destino turístico hace pocos años, impulsado principalmente por los negocios, el lujo, las megaconstrucciones y el posicionamiento estratégico de su aeropuerto como hub de conexión con su aerolínea Emirates. Así pues, nos resultó muy tentandor hacer un stop-over de camino a Japón, para visitar el Burj Khalifa (la construcción más alta hecha por el hombre hoy en día) y pasear por la ciudad.

Tras dormir 3 o 4 horas a lo sumo en el vuelo desde Madrid, aterrizamos en Dubai alrededor de las 7:15 de la mañana y nada más desembarcar del avión pudimos ver al Burj Khalifa dominando el Skyline dubaití, haciendo a la vez de cima artificial de la ciudad y del mundo. El paso por inmigración fue ágil, nos recibió un funcionario vestido con el atuendo típico de los emiratos y al ver nuestro pasaporte nos comentó que le gustaba España y que había estado una vez en Marbella (nada que nos haya tomado por sorpresa).

La terminal 3 del aeropuerto de Dubai tiene una estación de metro, donde compramos un pase diario para metro y autobús por 16 Dh (unos 3 €), os advertimos que a pesar de lo que os diga la persona de la taquilla, deben daros una tarjeta por cada pase que compréis (parece evidente, pero la mujer que nos atendió parecía no saberlo).

World Trade Center
World Trade Center de Dubai (asoma también la punta del Burj Khalifa)

Para comenzar nuestro itinerario nos dirigimos al World Trade Center y al salir de la estación de metro ya recibimos una bofetada de calor de mucho cuidado a pesar de que sólo eran las 8:30 AM. Después de ver unos cuantos rascacielos por la zona y de darnos cuenta de que los descampados ahí no eran más que bancos de arena, nos dirigimos a la mezquita de Jumeirah en Taxi, porque Dubai no es solo rascacielos y centros comerciales, y porque las mezquitas son siempre parte importante de las ciudades de creencia musulmana, y esta ciudad no es la excepción.


Mezquita Jumeirah
Mezquita Jumeirah

La mezquita de Jumeirah ofrece una visita guiada todos los días a las 10 AM (excepto los viernes) por 10 Dh por persona, hay que estar en la recepción 15 minutos antes (tranquilos, tienen aire acondicionado y podéis tomar un café o helado hecho con leche de camello mientras esperas) y con la entrada se puede acceder a la mezquita y recibir una explicación en inglés sobre el funcionamiento de la mezquita y algunos detalles sobre el islam, con una sesión de preguntas y respuestas al final para aclarar dudas e inquietudes sobre la religión. Nos pareció muy interesante y muy recomendable para quitarse prejuicios relacionados con este tema.

Cama de paja
Cama tradicional de paja expuesta en el museo de Dubai

Tras visitar la mezquita pillamos otro taxi hasta el museo de Dubai que nos costó alrededor de los 20dh. En este museo muestran mediante maquetas, reproducciones y dioramas la historia y evolución de la ciudad desde el pequeño asentamiento pesquero que era hasta no hace tanto a la urbe financiera y turística que es hoy. La exposición no es para echar cohetes pero la entrada cuesta sólo 3 Dh y se aprende bastante sobre la transformación de la ciudad.

Dejando atrás el Dubai tradicional con el museo, nos adentramos en el Dubai más moderno visitando el Mall of the Emirates, que tiene una pista de esquí dentro, y desde allí nos acercamos a la marina de Dubai, donde se pueden ver los 4 edificios residenciales más altos del mundo (y otros 2 que forman parte del top 10).

Dubai Marina
Dubai Marina

Entre foto y foto, y según la tarde se iba agotando, nos dirigimos a la zona de Umm Suqeim para disfrutar un poco de la playa y de las vistas del ocaso al lado del Burj Al Arab, el hotel con forma de vela que presume ser el único hotel de 7 estrellas del mundo (aunque sean simbólicas). Las vistas del atardecer que se tiene desde este punto son espectaculares y sin duda es una de las mejores estampas de Dubai.

Burj Al Arab
Burj Al Arab (y esa luna musulmana a juego)

Para culminar el día, y como no podía ser de otra manera, nos dirigimos al Burj Khalifa, pues habíamos comprado las entradas para subir al mirador de la planta 124 con un mes de antelación. Tened en cuenta que el precio en taquilla es casi el doble que si las pillas online con tiempo, además el aforo por horas es limitado y muchas veces están agotadas las entradas en taquilla, así que si queréis subir os recomendamos que echéis un ojo a la página del observatorio. La entrada nos costó 125 Dh para subir a las 8:30 de la noche y desde arriba se pueden ver un montón de rascacielos iluminados, las amplias avenidas, la sombra del mar a un lado y la nada del desierto al otro, muy curioso.

Entrada al observatorio
Entrada al observatorio del Burj Khalifa

Desde abajo el edificio impone respeto, aunque como mirador, creo que nos seguimos quedando con el del Empire State (será por las vistas de NY). Al bajar del observatorio nos dimos un paseo por el Dubai Mall, el centro comercial donde puedes encontrar todas las marcas de lujo que uno se pueda imaginar e incluso un acuario y una fuente/cascada, además de varios restaurantes (¡y una cheesecake factory! ñam ñam). 

Acuario del Dubai Mall
Acuario del Dubai Mall
Cascada en el Dubai Mall
Cascada en el Dubai Mall

Para cerrar con broche de oro, salimos a ver el espectáculo de luz, agua y sonido en la Dubai Fountain al más puro estilo del Bellagio en Las Vegas, pero con el Burj Khalifa presidiendo: todo un lujo (y además gratis).

Dubai Fountain
Dubai Fountain

No nos dio tiempo de visitar Palm Jumeirah (la isla artificial con forma de palmera) porque bastante chicha le sacamos al día, sin embargo pudimos verla desde el avión a la vuelta.

Palm Jumeirah
Palm Jumeirah
Sin duda alguna Dubai es un destino interesante, quizás a alguno pueda parecer superficial o vacío, pero teniendo en cuenta el valor arquitectónico y la vanguardia urbanística es una visita muy recomendable aunque sea sólo para aprovechar una escala.

Nos despedimos con este selfie a los pies del edifico más alto del mundo.



¡Bon Voyage!

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2 comentarios:

  1. Me encantó !!! Como si lo estuviera viendo!!! Grcs!!! Espero sigan viajando mucho!!!

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    1. Muchas gracias Jenny!, Esa es la idea, compartir con todos nuestras experiencias de viaje y que si alguien quiere viajar a los mismos destinos, tenga una pequeña referencia.

      Un saludo!

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